era 2010, y en la tele no se hablaba de otra cosa. le decían matrimonio gay, mirtha le preguntaba a la gente que adoptaba si no pensaba en violar a sus hijxs, basada sólo en la idea de que las personas homosexuales eran pedófilas. no tenía problema en sentarlas a su mesa, claro, pero para exponerlas. su propio hijo era gay. no puedo imaginarme el dolor de ese muchacho escuchando que su madre, la diva de los almuerzos, pensaba eso de él. porque el asunto del ellos/nosotros funciona así. seguro mirtha le decía, “a vos no, danielito, a vos te amo. es a los otros que desprecio”. eso lo escuché muchísimo esos años. que todo bien pero por qué mostrarse, por qué exhibirse, por qué adoptar o tener hijos. “que hagan lo que quieran pero lejos, que no se les note, que no molesten a “la gente de bien”. yo no sé cómo nos pueden mirar a la cara y decirnos que nos aman mientras nos tienen asco.
creo que milei y su ultraderecha de cosplay y fantasías de niños envaselinados que no escandalizan a la gente de bien viene a mostrar con toda crudeza que, durante estos quince años, muchos y muchas que nos rodean tuvieron que disimular, y ahora que los odios están sueltos, se sienten más cómodos que nunca. y por eso nos declaran la guerra: frente a la falta de resultados firmes en las demás promesas de campaña, queda sólo inventar un enemigo. y se ve que nuestras vidas fueron un precio bajo a pagar por las figuritas que prometían cobrar en dólares.
ese julio muchísima gente, incluida yo, fuimos a las plazas como aliadas del movimiento que pedía igualdad en el acceso a los derechos civiles. por supuesto que detrás del derecho a casarse estabamos discutiendo el derecho a existir.
ese año cumplí 29 y casi diez de estar enamorada de una mujer. sin decirle por supuesto, sin decirmelo casi a mi misma. jáuregui y esa gente de la plaza me dieron letra y música para moverme en el mundo. a la verguenza, visibilidad. mostrar que nosotrxs estamos acá cerquita, en la mesa de la cocina. y confiar en el amor. a veces nos traicionaron esa confianza. pero la vida se me hizo muchísimo más ligera. fingir es un pernazo.
era 2015 y en mar del plata hacía muchísimo frío. habíamos viajado mil horas en una combi para llegar desde entre ríos al encuento nacional de mujeres. todavía se llamaba así y yo todavía no me sentía del todo lesbiana. el colectivo LGBTTIQ+ ya me llevaba pero no sabía yo cuál era mi ventanilla y sentí que era ahí donde podía arrimar una respuesta. no me equivoqué.
entramos al taller de activismo trava/trans. en un grupo enorme de travas, resaltaba la risa de Lohana. y su claridad y lucidez me impactaron y se quedaron conmigo para siempre. desde entonces, no puedo pensar en un feminismo que no sea trava, ni antiracista, ni anticapitalista. su marca fue de fuego y sangre.
en la marcha de cierra, nos tiraron gases lacrímogenos. todavía no había ganado macri pero el clima de época medio que estaba caldeado, y mar del plata tenía grupos neonazis que llegarían al poder vía la lista del PRO. la sorpresa fue mucha, tanta como la ingenuidad con la que yo -todavía- miraba la militancia.
es 2025 y nadu me escribe. “viste las noticias?”. no, no vi nada. antes de eso me habían escrito de una radio para hacerme una nota, a ver qué opinaba de los dichos de milei. suspiré porque no eran ni las diez de la mañana. y me disculpé diciendo que no había escuchado ni leido nada, que no podía comprometerme a decir algo sin tener tiempo de pensar.
hice bien. porque lo que encontré fue un ataque feroz, mentiroso y triste, que mostró más que otra cosa que nos gobiernan seres que odian y que falsifican palabras y gestos, y que nos eligieron como contricantes. le respondo a nadu, empezó el ida y vuelta de los grupos, de los enlaces con notas y audios para pensar. juntxs. como vengo intentando que sea mi vida desde que salí del closet.
mientras escribíamos esto se armó una asamblea en Parque Lezama, en Buenos Aires, de la que participaron 5000 personas, y acá en Paraná la Marcha del Orgullo convocaba para el domingo. en 48 hs el músculo desviado se organizó y convocó una marcha federal para estrenar febrero en la calle. la llamada es a combatir, pero con qué armas? yo tengo éstas: las palabras, mi cuerpo y sus memorias, las ganas de que el mundo deje de ser un tiburón y un dolor para tantas, tantísimas personas como yo, distintas que yo, todas ellas yo. yo soy nosotrxs.
dejo acá, como un gesto chiquito, la invitación a todas las personas que sienten que me quieren a marchar el sábado 1°, a revisar a fondo todos los días que siguen después y para siempre, porque los insultos ya no pueden disfrazarse de eufemismos, porque las cartas están sobre la mesa y los blancos puestos en mis espaldas. yo necesito saber qué amores estamos poniendo en juego. hacé tu gesto, amigo, amigue, hermanx, porque estás llegando tarde. o no lo hagas, pero cuando me mires sabrás que yo sé, como daniel tinayre, que el amor que se da con asco y con silencio no lo queremos. porque nos enseñaron a responder con orgullo, a caminar con memoria y a construir familias y mundos. al closet, al silencio y a la soledad no vuelvo. nunca más.
[gracias por llegar hasta acá. hoy no dejo recomendaciones aparte de que marchen ahi donde puedan, y busquen donde organizarse y acuerparse. no es momento de estar sueltos, sueltas, sueltes.]
❤️